Rebasada nuestra capacidad de asombro vemos como si fuera
una película de suspenso que el coronavirus ha generado el despliegue de
acciones inusitadas, como los médicos deben protegerse al máximo de posible
contaminación del virus, los muertos como son sacados en recipientes herméticos
para no contaminar, se ha decretado una cuarentena, que en algunos países, inclusive
llega al toque de queda, para impedir que siga la contaminación por la
convivencia diaria.
Eso jamás lo hubiéramos imaginado en la vida real, pero
lamentablemente ahora es así la realidad supera a la ciencia ficción.
Sólo falta que ahora aparezcan los zombis, de cuya
existencia empiezo a dudar debido a que resulta que en esta triste y difícil situación
en la que nos encontramos aparece el INIFED, como un muerto viviente pues pese
a que dejó de existir mediante decreto de julio de 2019, expedido por el presidente
Andrés Manuel López Obrador, hace reclamos de contratos de obra pública de 2014, celebrados con
motivo de los huracanes Ingrid y Manuel en el Estado de Guerrero.
Estas acciones ruines generan graves problemas a los contratistas
debido a que, pese a la situación de crisis, las afianzadoras por ser
instituciones financieras NO han suspendido actividades, por lo que en la
debida integración del procedimiento de reclamación requieren a los contratistas
y los plazos corren para dar respuesta.
Por ello como en nuestro concepto estos actos atentan contra los principios de legalidad, imparcialidad, honradez, eficiencia, eficacia y transparencia, que rigen el servicio público procederemos a formular la denuncia correspondiente independientemente de oponernos a la procedencia de sus pretensiones.
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